El sector cerámico brasileño se compromete a buscar continuamente soluciones más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, hasta el punto de ser reconocido como el fabricante de una de las cerámicas más ecológicas del mundo.
Entre las iniciativas para descarbonizar el sector figura el proyecto de biometano, un gas procedente de los residuos de la caña de azúcar, que pretende sustituir gradualmente al gas natural como fuente de energía.
En marzo de 2023, los sectores cerámico y azucarero-energético firmaron un acuerdo para sustituir gradualmente el gas natural por biometano como combustible para los hornos de las fábricas.
En el proyecto piloto participarán diez plantas consumidoras del polígono industrial de Santa Gertrudes. Con la transición energética, el objetivo es abastecer el 50% de la demanda de gas natural del sector para 2030.