Piscina diseñada como una obra de arte

Llamada Bel Air en referencia al barrio de alto standing en el que se encuentra, en Los Ángeles (California), esta mansión de 1.800 metros cuadrados fue concebida como un lujoso refugio (actualmente está valorada como una de las más caras del mercado local). Cuenta con espacios interiores que se funden con el exterior a través de grandes aberturas acristaladas, lo que permite una permeabilidad visual y espacial, así como abundante luz natural y ventilación. La fachada que da a la calle, sin embargo, es más monolítica y está mejor conservada. Es un concepto que integra arquitectura, diseño y paisaje natural.

El proyecto arquitectónico desarrollado por el estudio local Tag Front Architects presenta una estética modernista orgánica, con formas escultóricas y geométricas, techos altos y patios exteriores adyacentes que amplifican la espacialidad y la fluidez. Los espacios son fluidos y se han dotado de revestimientos y acabados naturales y sofisticados, como piedra caliza portuguesa y mármol de Calcuta.

Una chimenea flotante divide las zonas de estar de la planta baja. También hay una gran cocina abierta y un bar. En la segunda planta hay una sala de estar, nueve dormitorios con balcón y 13 cuartos de baño. El sótano alberga una sala de cine con 20 butacas, un spa (baño turco, sauna, jacuzzi, etc.), un gimnasio y una cocina industrial.

Los jardines y espacios exteriores del solar de 5.500 metros cuadrados ofrecen una serie de atracciones para el entretenimiento y el ocio de residentes y visitantes, como si se tratara de una especie de resort privado. Lo más destacado de la propuesta es la piscina infinita curva de 75 metros de largo, que ofrece generosas vistas del entorno natural y de la ciudad. Se ha diseñado con un bar, fuentes de agua y una zona para tomar el sol. El revestimiento utilizado forma parte de la gama Gioia de la marca brasileña Vidro Real, que personalizó la paleta de colores del producto en exclusiva para la mansión, añadiéndola posteriormente a su cartera con el nombre de Gioia Bel Air.  

Además de su diseño escultural, la piscina llama la atención por la elección del revestimiento: mosaicos de vidrio que permiten captar y refractar la luz a lo largo del día. La idea de los arquitectos era crear una composición que generara un espectáculo de color y profundidad a medida que avanzaran las horas.

Los colores van del azul cristalino al dorado del atardecer. Durante el día, el agua brilla como un espejo líquido, amplificando el efecto infinito de la piscina. Al anochecer, la superficie adquiere tonos dorados y plateados, "bailando" con los reflejos de la luz natural. El proyecto de iluminación se diseñó para resaltar aún más la profundidad y el brillo del mosaico por la noche. De este modo, la piscina, que sigue la forma curva del terreno, se convierte en una especie de obra de arte y parte central de la experiencia arquitectónica.

Foto 1: Esta lujosa mansión de 1.800 metros cuadrados está situada en el barrio de Bel Air, en Los Ángeles (California).

Foto 2: El proyecto del estudio local Tag Front Architects opta por soluciones que priorizan la conexión entre espacios interiores y exteriores.

Fotos 3 y 4: Curvada y con borde infinito, la piscina abraza el terreno y se convierte en una prolongación natural del paisaje

Foto 5: El revestimiento utilizado en la piscina, mosaicos de vidrio de la marca brasileña Vidro Real, se personalizó para el proyecto con el fin de crear una paleta de colores que permitiera diferentes experiencias visuales a lo largo del día.

Foto 6: Colección Gioia personalizada (1,5x5,0 | 1,5x12,0cm)